ESCULTURAS DE TEMÁTICA SOCIAL

La realidad que vivió Antón se refleja en sus obras. Dentro de la temática de carácter social se presentan en la sala dos esculturas, “La marinera” y “La Señá Isabel”, obras de una intensa factura expresionista.

 
La marinera, 1993.
La marinera, 1993.

La marinera, 1933.

Probablemente, esta obra es una de las mejores y más representativas de la trayectoria artística de Antón.

Es una escultura tallada en madera, en la que representa a la esposa de un marinero junto a su hijo pequeño, de camino al puerto para ver si su marido regresa con vida al hogar.

El conjunto escultórico está impregnado de una fuerte elocuencia psicológica y expresiva que se centra en el rostro de la mujer, el cual presenta ansiedad y temor ante una posible tragedia. Este sentimiento se ve aún más acentuado con la presencia del niño, que mira directamente a su madre y clama que le coja en brazos, haciendo la escena aún más angustiosa.

Los ropajes de la mujer se ven azotados por las ráfagas del viento, las mismas que ponen en riesgo la vida de su marido y añaden mayor dramatismo a la obra.

 
La Señá Isabel, 1932
La Señá Isabel, 1932

La Señá Isabel, 1932.

Realizada en bronce fundido a partir del modelo original en escayola que se conserva en el Museo, esta escultura es un busto de medio cuerpo de Isabel, una anciana vestida con el pañuelo y la típica manta candasina, que vivía cerca de la casa Estrada Nora, hoy en día convertida en el Museo Antón.

Es una obra de fuerte carga expresiva, en la que el artista resaltó los ropajes, con plegados muy marcados que aportan dinamismo a la pieza con juegos de luces y sombras.

El artista trabaja con mayor minuciosidad las manos y el rostro de la anciana, en cuya fisonomía encontró no sólo los rasgos característicos de la senectud sino también el cansancio acumulado de largas jornadas de trabajo.