AL HOMBRE BUENO DE LA CASA ALBO

Antonio Rodríguez García

 

Conocida también como “El obrero apenado”, esta escultura es una fundición en bronce que reproduce en 1998 la realizada por “Antón” en 1932. La obra original está en el cementerio de San Juan de la Arena, en el Panteón de Luciano Casimiro Vega.

Su origen fue un encargo que hizo la Casa Albo a Antón para homenajear a uno de los empleados de la fábrica.

Única escultura funeraria realizada por Antón, fue modelada originalmente en barro y fundida en cemento por el propio artista.

La obra muestra la figura de un hombre de pie, que, abrumado por la tragedia, representa el sufrimiento interno de dolor por no poder vencer la lucha por la existencia.

El acondicionamiento del entorno donde se sitúa esta pieza fue obra del escultor Pablo Maojo.